lunes, 9 de noviembre de 2015

Leyes de la espiritualidad



"En la India se enseñan ''las cuatro leyes de la espiritualidad''.


La primera dice:
“La persona que llega es la persona correcta”
Es decir, que nadie llega a nuestras vidas por casualidad. Todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo: para hacernos aprender y avanzar en cada situación.


La segunda ley afirma:

“Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido”.
Nada, pero, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: “si hubiera hecho tal cosa…hubiera sucedido tal otra…”. No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.


La siguiente ley sentencia:
“En cualquier momento que comience es el momento correcto”. 
Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.


Y la cuarta y última:
“Cuando algo termina, termina”.
 Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.


¡Vive bien, ama con todo tu ser y se inmensamente feliz!"


(Fuente: Mente Cuantica)

Cuando alguien llega a nuestra vida, debemos aprender de ella todo lo que podamos, sacar enseñanzas de todo lo vivido, lo que nos sucede, a nosotros de forma individual y en nuestras relaciones sociales, determinarán cómo somos.
Las cosas vienen y se van, comienzan y terminan, no podemos evitarlo, ni controlarlo. Debemos aceptar el devenir de las cosas, aprovechar las oportunidades y ver las proximas venir a tiempo. No quedarnos estancados en el pasado, ya que no podemos volver atrás.
Ver cada cambio como una oportunidad  de avance, una fuerza de empuje para seguir adelante.

Essie

martes, 3 de noviembre de 2015

Moralejas de colores



"Las historias que tienen moralejas obvias son como anguilas en un cajón de madera. Se deslizan por encima y por debajo unas de otras, pero nunca salen del cubo."

El contador de historias- Rabih Alameddine


La perspectiva, las opiniones y los puntos de vista son propios de cada uno,
cada persona pensamos de forma diferente,
cada uno tenemos la mente amueblada de una forma distinta.

La imposición de las creencias es la que conduce al error,
y al horror en su máxima expresión.
En ocasiones discrepamos, como con el famoso vestido blanco o azul,
debatimos, rebatimos, y eso es bueno,
la necesidad de que cada cual piense por sí mismo.

Con una misma historia, o un simple texto,
diferentes personas pueden interpretar un mensaje,
que puede ni siquiera coincidir con el que el autor quería mandar!

Las moralejas obvias... aquellas que nos dan mascadas,
acaban no teniendo repercusón en nosotros,
puesto que no ha crecido de la necesidad propia de crearla,
ha sido fabricada en serie para satisfacer la conciencia de la mayoría.

Las moralejas complejas, surgen de tu interior, de la reflexión,
recapacitas sobre lo que lees, escuchas, ves;
en tu mente se activa un mecanismo que te conduce a un aprendizaje,
una moraleja,
y esa tiene repercusión,
puesto que es única,
una enseñanza privada que tú mismo has elaborado.

No todas las moralejas obvias son vanales,
las hay que pueden introducirse en nuestro interior,
y despertarnos de igual forma.

Necesitamos tener inquiertudes intelectuales,
lecturas que nos estimulen,
debates interesantes,
para crecer, expresarte, socializarte incluso,
necesitamos explicarnos,
porque así aprenderemos de nosotros mismos,
recapacitar,
porque sí, descubriremos como somos.

Essie


domingo, 1 de noviembre de 2015

Tan solo libros

"En algún lugar de un libro hay una frase esperándonos para darle un sentido a la existencia"
Miguel de Cervantes

Libros, todos diferentes, cada uno una historia, una aventura, una enseñanza...
Libros que marcan una época de tu vida, libros que no te volverían a gustar si los vuelves a leer o aquellos que pueden enamorarte si les das una segunda oportunidad.

No hay que categorizar los libros por nuestra primera impresión, puede que, tan sólo, no llegase a ti en el momento correcto.

Y hay otros que, por más oportunidades que les concedamos, no están hechos para nosotros.

Los libros nos recuerdan momentos, nos recuerdan personas, nos acompañan en nuestros viajes, nos llevan de viaje, nos ven dormir y cerrar los ojos, nos hacen compañías y nos dan esperanzas, nos hacen ilusionarnos con ellos a la vez que lo hacen sus personajes, igual que sufrir, alegrarnos, entristecernos... Nos enseñan a ser empáticos, nos hacen reflexionar, nos hacen madurar...

Pon un libro en tus manos siempre, y no pasarás un día sólo.


Essie

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